El
pasado sábado 26 de junio de 2010, a partir del
mediodía, se llevó a cabo -en
la Ciudad de México- la edición número 32 de la Marcha
del Orgullo Gay.
Los medios de comunicación destacan, más o menos
coincidentemente, los siguientes hechos:
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500 000
participantes en el recorrido
de la Columna de la Independencia a la
Alameda Central
-
25
estados de la república participaron
con contingentes
-
500
policías vigilaron el trayecto
en el Paseo de la Reforma y Avenida
Juárez
-
6
horas de duración tuvo la marcha
-
22
quejas
se han presentado ante la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos en lo que va del 2010
-
"La homofobia está OUT",
el lema más repetido en el evento
-
Sabina Berman recordó al
gran
Carlos Monsiváis
(+)
durante la inauguración; Jorge Saavedra, Enoé Uranga y David Razú, fueron
los
oradores en el acto político
-
En el festival de clausura de la marcha,
participaron Regina Orozco y Horacio
Franco, entre otros artistas
-
Se llega al 2010 con la aprobación
jurídica de los
matrimonios entre personas del mismo
sexo
en el Distrito Federal; pero, también,
con una
controversia constitucional
promovida por el gobierno de Felipe
Calderón
-
Ampliar
a los demás estados
de la República estos derechos, combatir
la homofobia
-
Participaron más personas "de a pie" y
hubo una
sensible reducción de los trailers
y vehículos de discotecas y comercios
gays
-
Gobierno del Distrito Federal
prohibió
el acceso al Zócalo por festejos
futboleros;
la marcha llegó hasta la Alameda central
y algunos cuantos arribaron a la Plaza
de la Constitución.
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Más allá de las
cifras o de la reducción informativa de este importante
evento a los hechos periodísticos, este año queremos destacar que el
movimiento gay mexicano tiene un nuevo rostro; es decir,
presenciamos ya un relevo generacional en los
protagonistas de la marcha del orgullo gay en México,
mujeres y hombres homosexuales que enfrenta
nuevos y fabulosos retos en la conquista de sus derechos
ciudadanos.
A diferencia de las generaciones precedentes -que
lucharon por la visibilidad y el reconocimiento de la
diversidad sexual en los años setenta, ochenta y noventa
(lucha aún vigente)-, las demandas de una comunidad gay
renovada en su sangre piden hoy garantizar el pleno goce
de los derechos y las obligaciones ciudadanas, así como
el efectivo acceso a la justicia en términos de igualdad
jurídica y sin discriminación. La atención de la salud,
el reconocimiento de las uniones matrimoniales o la
posibilidad de ejercer la adopción, combatir la
homofobia o la violencia contra las mujeres, son sólo
algunas de las banderas del movimiento gay que se han
hecho visibles en la primer década del siglo XXI.

Te
invitamos a ver la cara de la comunidad gay mexicana del
año 2010, a través del trabajo fotográfico de
Paco Calderón y José Altamirano.

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