Han
pasado ya 27 años desde la primera marcha del Orgullo Homosexual en México,
cuando un ciento de valientes mujeres y hombres con preferencias
sexuales diferentes
salieron a tomar las calles de esta ciudad en un breve recorrido desde el Monumento
a los Niños Héroes -en Chapultepec- hasta la Columna de la
Independencia.
La característica
primordial de aquella primera Marcha del Orgullo Homosexual, quizás fue el
carácter puramente ciudadano de sus francamente valientes integrantes: travestís de los
barrios marginales del Centro y oriente de la ciudad, hartos ya de
la permanente represión y maltrato por parte de la policía y de las
autoridades de gobierno; jóvenes estudiantes universitarios (de la
UNAM y también de la recientemente creada Universidad Autónoma
Metropolitana), en busca de perfeccionar y cambiar el sistema
democrático del país; homosexuales y lesbianas de la clase media y
baja, buscando una respuesta positiva a su orientación y manera de
ver la vida; un grupo de vestidas de la ciudad de Puebla
y los atónitos curiosos que, sorprendidos, siguieron al
contingente durante todo el trayecto.
Hoy, en el
año 2005, las cosas son muy diferentes en México y diría
que 27 años de lucha por parte de la comunidad (o del
colectivo o como se le quiera llamar) han rendido sus
frutos.

Monumento a
los Niños Héroes, Primer Marcha del Orgullo Homosexual
en México, 1978
La
diversidad es hoy la nota dominante durante esta fiesta
ciudadana, la composición
humana de esa enorme masa que toma el majestuoso Paseo
de la Reforma, hasta penetrar el mismísimo Centro
Histórico de la ciudad capital; hombres y mujeres de
todas las clases sociales, profesiones, ideologías o
credos; organizaciones de estudiantes homosexuales de
los diferentes niveles educativos; asociaciones civiles y sociales que persiguen
diferentes fines, en beneficio de las personas con
orientación sexual diferente; propietarios de bares y
discotecas, y ahora nuevos empresarios de la industria
de la moda y la comunicación; mujeres lesbianas que
viven la maternidad de manera responsable y diferente; y
en fin, la diversidad y pluralidad propia que constituye a las
sociedades urbanas del país (y que son las más).
Hay que
subrayarlo y hacerlo ver a quienes su miopía les lleva a
minimizar el éxito de la XXVII Marcha del Orgullo Gay:
la composición del colectivo gay es hoy, más que nunca,
plural, diversa y -sobre todo- profundamente civil.
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(.....)
Hablar de
unidad del movimiento y, sobre todo, de la capacidad para que esta
colectividad actúe como una verdadera comunidad en favor
de sus derechos, es un tema polémico y desgastado entre
quienes lo discuten en México. Lo que sí hay que ver son
los resultados objetivos de la persistencia de mujeres y hombres
homosexuales, en su permanente búsqueda por ejercer con
plenitud y equidad sus derechos civiles. El
reconocimiento jurídico de nuestra realidad, la lucha en
contra de la discriminación y el acceso a la justicia,
son sólo algunos de los procesos que ya nadie puede
frenar.
Muy a pesar
de las diferencias sociales de origen estructural, de los
irrelevantes, interesados y absurdos pleitos entre empresarios gays propietarios de bares
y de ciertas revistas, de
las diferencias de clases que son cada día más extremas,
y de todo lo adverso que se desee subrayar, hoy, 27 años
después, se cuentan en la Marcha por decenas de miles
(más de 100 mil personas calculamos) a
los hombres y mujeres gays que encuentran en su
comunidad un sentido de pertenencia, un vínculo
irrompible, algo por qué luchar y una fecha para conmemorarlo.
Quienes señalan fracasos, tienen una visión muy corta de
la historia y de la pluralidad del movimiento gay en esta
ciudad.

Paseo de la
Reforma, 2005
Las cifras
son contradictorias y es entendible: de acuerdo al diario
Reforma, la
marcha llegó a los 90 mil asistentes; según El
Universal, fueron menos de 30 mil; y de acuerdo a
Televisa, a penas llegamos a los 8 mil (es
entendible su error, cuando la reportera encargada
aseguró que era la 17ava edición de la Marcha). Quienes
estuvimos ahí, sabemos que fuimos más que nunca, por
arriba de los 100 mil asistentes. Pero, hay que
reconocerlo, el número es lo de menos; la verdad no se
alcanza por mayoría. ▄
Te
invito a ver la crónica fotográfica que hice este año,
de la XXVII Marcha del Orgullo Gay (o LGBT), en la
bellísima Ciudad de México. ¡Disfrútalas! ▄
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